El universo Android se prepara para una evolución significativa con la próxima llegada del Google Pixel 10, que podría marcar un antes y un después en la manera en que se diseñan las pantallas para smartphones. Mientras la serie Pixel 9 se consolidó como una de las mejores en términos de calidad visual y diseño, existe una dimensión de la experiencia del usuario que aún necesita atención: la sensibilidad al parpadeo causado por el atenuado por modulación por ancho de pulso, mejor conocido como PWM dimming.
El debate sobre la salud ocular y las tecnologías de visualización cobra fuerza en 2025, y Google parece estar escuchando. Tras años de silencio ante las peticiones de mejoras en este aspecto, la compañía ha enviado señales claras de que está investigando soluciones para aquellos usuarios que, literalmente, sufren dolores de cabeza al usar pantallas con tasas de atenuación PWM bajas.
Un cambio de postura en Google que podría beneficiar a millones
Hasta ahora, las pantallas OLED utilizadas en los Google Pixel, iPhone y dispositivos Samsung Galaxy emplean PWM dimming en todas las configuraciones de brillo. Esta técnica permite una reproducción de color más precisa y un mayor control de brillo, pero a costa de introducir un parpadeo que no es perceptible para todos los usuarios… salvo para una parte de la población que sufre síntomas físicos reales al usar estos dispositivos durante períodos prolongados.
Dolores de cabeza, fatiga visual, mareos e incluso náuseas son algunos de los síntomas reportados por usuarios sensibles a estas pantallas. Y mientras fabricantes como OnePlus, Honor, Nothing y Vivo han dado pasos concretos hacia soluciones como DC dimming o tasas de PWM más altas (hasta 2140Hz en algunos modelos), los gigantes como Google, Apple y Samsung han mantenido una postura conservadora.
Eso parece estar cambiando. Recientemente, Google ha confirmado que sus equipos están “al tanto” del problema y lo están investigando activamente. Aunque no se ha mencionado de forma explícita al Pixel 10, el hecho de que las actualizaciones se esperen para “más adelante este año” sugiere que el nuevo buque insignia de la compañía podría incorporar esta mejora tan esperada.
Por qué importa tanto la tasa de PWM dimming
El PWM dimming controla el brillo de las pantallas OLED encendiendo y apagando rápidamente los píxeles. En tasas bajas, como 240Hz o 480Hz —utilizadas actualmente por muchos Pixel y iPhones—, el parpadeo puede causar incomodidad en ciertos usuarios. Marcas como Vivo han elevado este estándar a más de 2000Hz, logrando tasas de parpadeo imperceptibles para el ojo humano y, por tanto, reduciendo los efectos negativos sobre la salud ocular.
Quienes no tienen problemas con PWM pueden ver esta tecnología como un detalle menor. Sin embargo, para quienes sufren esta sensibilidad, es la diferencia entre poder usar un smartphone moderno o tener que cambiar a soluciones alternativas como teléfonos con pantallas E Ink o modelos de marcas específicas que sí priorizan la salud visual.
Un futuro accesible: opciones reales para todos los usuarios
Las expectativas sobre el Pixel 10 no se limitan a una simple mejora del hardware. Existe la posibilidad de que Google implemente un modo de accesibilidad para reducir el parpadeo, algo que otros fabricantes como Motorola ya han hecho con sus dispositivos OLED desde 2023. Este tipo de función permitiría a los usuarios elegir entre una calidad de imagen máxima o una experiencia más suave para la vista.
Otra opción viable sería un modo híbrido de atenuación, que combine DC dimming a brillos altos y PWM de alta frecuencia a brillos bajos, como lo han comenzado a implementar marcas como Xiaomi, OnePlus, Realme, entre otras. Este enfoque permite balancear calidad visual y confort visual, ofreciendo lo mejor de ambos mundos.
Y finalmente, una tercera vía sería simplemente elevar la tasa de PWM en toda la línea Pixel, como han hecho marcas que ya ofrecen tasas de hasta 1440Hz o incluso 2140Hz. Este cambio técnico podría implementarse sin comprometer la experiencia visual, e incluso podría convertirse en un nuevo estándar de la industria.
La experiencia de los usuarios: un llamado a la empatía tecnológica
No se trata de una minoría insignificante. Cada vez más personas reportan sensibilidad a pantallas con baja frecuencia de parpadeo. Algunos usuarios, incluso sin historial de migrañas o problemas visuales, descubren que sienten molestias después de usar dispositivos OLED por períodos prolongados. Este fenómeno ha impulsado una ola de desarrollo de soluciones tanto a nivel de software como de hardware.
En este contexto, Google tiene una oportunidad histórica de liderar no solo en innovación tecnológica, sino también en empatía hacia sus usuarios. Incorporar opciones configurables que permitan a cada persona adaptar el dispositivo a sus necesidades no solo es un acto de responsabilidad, sino también una ventaja competitiva.
La evolución de la pantalla en el ecosistema Pixel
Los Pixel 9, Pixel 9 Pro, y Pixel 9a han sido elogiados por su calidad de imagen, contraste, brillo y representación de colores. Sin embargo, todos mantienen el mismo esquema de atenuación PWM que ha generado críticas por parte de usuarios sensibles. Incluso el más reciente Pixel 9a, pese a su rediseño y nuevas características, sigue careciendo de mejoras en este aspecto crucial.
La llegada del Pixel 10 podría cambiar este paradigma. Si Google implementa cualquiera de las tres opciones mencionadas —accesibilidad, modo híbrido, o PWM más rápido—, sentará un precedente importante en la industria. El movimiento podría además presionar a Apple y Samsung a reconsiderar sus propias estrategias de diseño de pantallas.
Una ventaja competitiva para Google
En un mercado saturado de dispositivos premium con especificaciones similares, ofrecer un método configurable de atenuación PWM sería una ventaja competitiva tangible. Mientras otras marcas se enfocan en megapíxeles, procesadores o almacenamiento, Google podría destacarse por ofrecer una experiencia visual saludable y personalizable, algo que va más allá de los benchmarks y se centra en el bienestar del usuario.
Además, esta decisión podría reforzar el posicionamiento del ecosistema Pixel como el más humano y centrado en el usuario del entorno Android. Google ya ha demostrado su compromiso con la accesibilidad en otras áreas —como comandos de voz avanzados, inteligencia artificial contextual o dictado por voz—. La mejora en pantallas sería una extensión natural de esa filosofía.
¿Y si Google no hace nada?
Existe, por supuesto, la posibilidad de que Google decida no actuar. En ese escenario, el Pixel 10 seguiría ofreciendo una excelente calidad visual para la mayoría, pero seguiría dejando fuera a millones de usuarios sensibles. También significaría perder terreno frente a competidores que ya están implementando soluciones prácticas y efectivas.
La comunidad Android espera con atención, y la decisión que tome Google en este tema será una señal clara sobre el rumbo que tomará la compañía en relación con la accesibilidad y la personalización de la experiencia de usuario.
Conclusión anticipada: más que una pantalla, una oportunidad
Aunque aún no se han revelado las especificaciones finales del Pixel 10, las señales actuales apuntan a una revisión de prioridades en el diseño de pantallas por parte de Google. Si la compañía cumple con su promesa de investigar soluciones para los problemas derivados del PWM dimming, podríamos estar ante un punto de inflexión significativo.
Las implicaciones van más allá de lo técnico. Se trata de cómo la tecnología puede adaptarse a las personas, y no al revés. Y en un mundo cada vez más digital, esa diferencia importa más que nunca.