El senador Cotton cuestiona la ciudadanía de Shou Zi Chew, desviando la atención del verdadero propósito de la audiencia.
La audiencia del Congreso sobre seguridad infantil se tornó en un debate sobre la nacionalidad del CEO de TikTok, Shou Zi Chew, desviando la atención del verdadero propósito del evento. Convocada por el Comité Judicial del Senado, la audiencia tenía como objetivo examinar los peligros potenciales que los servicios en línea representan para los niños. Sin embargo, el enfoque cambió cuando se mencionó la propiedad china de TikTok, propiedad de ByteDance.
A pesar de los intentos del senador Cotton de resaltar la ciudadanía de Chew, que es singapurense, la audiencia perdió de vista los verdaderos problemas de seguridad en línea. Si bien algunos legisladores abordaron preocupaciones legítimas sobre las políticas de almacenamiento de datos y la influencia del gobierno chino en la moderación de TikTok, la atención se desvió hacia preguntas irrelevantes sobre la afiliación política de Chew y su nacionalidad.
“Usted a menudo dice que vive en Singapur”, dijo Cotton antes de exigir saber de dónde era el pasaporte de Chew (de Singapur, obviamente) y si había solicitado la ciudadanía en China o en los EE. UU. (no, dijo Chew). Luego, preguntó abruptamente: “¿Alguna vez ha sido miembro del Partido Comunista Chino?”, como si esperara sorprender a Chew. La respuesta de Chew no fue de sorpresa tanto como de hartazgo. “¡Senador! ¡Soy singapurense!”, reiteró. “No.” (Singapur no es parte de China).
Es importante destacar que la relación de Chew con China ya había sido discutida exhaustivamente en comparecencias anteriores ante el Congreso. La línea de preguntas del senador Cotton fue descrita como “mccarthyesca” por Drew Harwell del Washington Post, sugiriendo que se centraba más en la extranjería de Chew que en los problemas reales de seguridad infantil en línea.
En conclusión, la audiencia del Congreso sobre seguridad infantil se vio empañada por la xenofobia y la desviación del tema principal. Es fundamental que los legisladores mantengan el enfoque en proteger a los niños en línea y eviten caer en distracciones políticas que no contribuyen a resolver los problemas reales.