Cada vez que instalas una aplicación en tu iPhone, esta viene con permisos adjuntos que determinan sus capacidades. Estos permisos abarcan partes fundamentales de iOS, como el acceso a la cámara, el micrófono y la ubicación. Es crucial mantener un control sobre estos permisos para proteger tu privacidad y seguridad.
En ocasiones, especialmente cuando tienes prisa, es fácil otorgar permisos a una aplicación sin pensar si realmente los necesita. ¿Necesita tu aplicación de notas acceder a tu lista de contactos?
Por ello, es recomendable realizar auditorías periódicas de los permisos otorgados, en caso de que desees revocar alguno. Cambiar la configuración de los permisos no es complicado y añade una capa adicional de protección.
Antes de instalar:
Puedes evaluar los permisos que una aplicación solicita antes de instalarla, lo cual te brinda una idea del acceso que requerirá a tu iPhone y datos.
En la página de la App Store, desplázate hasta “Privacidad de la aplicación” y toca “Ver detalles” para obtener una descripción completa de los permisos solicitados.
Configuración de permisos:
Para gestionar los permisos en tu iPhone, ve a Configuración y selecciona “Privacidad y Seguridad”.
Puedes ver qué permisos se le han otorgado a una aplicación específica y cambiar su configuración según sea necesario.
Permisos parciales:
Algunos permisos, como el acceso a fotos, pueden ser personalizados, lo que te permite controlar qué partes de tu biblioteca de medios pueden acceder las aplicaciones.
Ubicación precisa:
Puedes controlar el acceso a tu ubicación de manera más detallada, seleccionando entre diferentes opciones como “Nunca”, “Preguntar la próxima vez” o “Mientras usa la aplicación”.
Informe de privacidad:
Habilita el informe de privacidad para obtener detalles sobre cómo las aplicaciones están utilizando los permisos que les has otorgado.
Al seguir estos pasos, puedes gestionar de manera efectiva los permisos de las aplicaciones en tu iPhone, protegiendo así tu privacidad y seguridad.