La dominancia de Nvidia en chips de inteligencia artificial está siendo desafiada por una poderosa coalición conformada por Google, Intel y Arm. El proyecto de la Fundación UXL surge como una respuesta para derribar las barreras del software propietario que mantienen a los desarrolladores cautivos de la tecnología de IA de Nvidia.
En un esfuerzo por nivelar el campo de juego en el mercado de inteligencia artificial, un grupo de empresas tecnológicas líderes, entre ellas Intel, Google, Arm y Qualcomm, se ha unido para debilitar el control de Nvidia sobre esta industria. Según informes de Reuters, este conglomerado está trabajando en un conjunto de software de código abierto que permitirá a los desarrolladores de IA ejecutar su código en cualquier máquina y con cualquier chip, rompiendo así las cadenas impuestas por la tecnología propietaria de Nvidia.
Este grupo, conocido como la Fundación UXL (Unified Acceleration Foundation), ha anunciado que los detalles técnicos de su proyecto alcanzarán un estado “maduro” para la segunda mitad del año. Entre las herramientas que se están desarrollando se encuentra el estándar abierto OneAPI de Intel, diseñado para eliminar las restricciones impuestas por arquitecturas específicas como la plataforma CUDA de Nvidia.
Nvidia, recientemente convertida en el primer fabricante de chips en alcanzar una capitalización de mercado de $2 billones, ha experimentado un rápido crecimiento gracias a su enfoque en el hardware para impulsar modelos de IA. Sin embargo, la demanda creciente ha generado escasez, mientras que empresas rivales continúan desarrollando alternativas. La coalición UXL no solo busca abrir opciones para aplicaciones de IA y computación de alto rendimiento, sino que también tiene planes de eventualmente apoyar el hardware y el código de Nvidia.
Con el respaldo de importantes actores de la industria, como Intel, Google y Arm, el proyecto de la Fundación UXL representa un desafío significativo para la dominancia de Nvidia en el mercado de chips de inteligencia artificial. La búsqueda de una mayor diversidad y apertura en este campo promete un futuro más competitivo y colaborativo, donde la innovación pueda prosperar sin estar atada a tecnologías propietarias.