El mundo de Super Mario es un lugar peligroso. En los juegos, el fontanero cae por acantilados, recibe pinchazos con espinas y le lanzan desde llaves inglesas hasta bolas de fuego. Pero siempre se levanta y sigue adelante, lo que plantea una pregunta importante: ¿siente realmente dolor el héroe de Nintendo?
Según Takashi Tezuka, quien ha trabajado en la serie desde el Super Mario Bros. original (incluyendo su papel como productor en el Wonder del año pasado), no hay una respuesta clara. “Puede ser que Mario sienta dolor”, me dice. Pero esa ambigüedad puede deberse a que estaba haciendo la pregunta incorrecta. La parte importante, explica, son las emociones que experimentan los jugadores cuando Mario cae a su muerte o es quemado por el aliento de Bowser. “Si el jugador siente que Mario está sintiendo dolor, eso es una mejor experiencia, en lugar de hablar sobre si Mario realmente siente dolor”, dice Tezuka.
Y los jugadores pueden percibir esa emoción mucho más en Wonder, con las animaciones más detalladas y vivas del juego. La cara de Mario se contorsiona de maneras incómodas cuando aparece la pantalla de fin de juego y salta por los aires cuando recibe daño de una concha espinosa o de una planta Piraña mordedora. Es suficiente para hacerte fruncir el ceño, que es un poco el punto.
“Para nosotros, si Mario golpea a un enemigo y la persona que juega dice ‘¡ay!’, eso es ideal”, dice Tezuka. En resumen, la experiencia del jugador y su conexión emocional con Mario son aspectos fundamentales para el equipo de desarrollo de Nintendo.