El DOJ presenta su plan para desmantelar el monopolio de búsqueda de Google, proponiendo cambios estructurales y conductuales. Después de ganar una lucha para declarar el negocio de búsqueda de Google como un monopolio ilegal, el Departamento de Justicia (DOJ) ha publicado su propuesta inicial sobre cómo limitar el dominio de Google, incluida la separación de la empresa. Este artículo explorará las implicaciones de estas propuestas tanto para los usuarios como para los competidores en el sector tecnológico.
El gobierno está pidiendo al juez Amit Mehta cuatro tipos diferentes de remedios para el poder anticompetitivo de Google en los motores de búsqueda. Estos incluyen remedios conductuales, que implican cambios en las prácticas comerciales, así como remedios estructurales, que desmantelarían a Google. En particular, el DOJ está enfocado en preparar la industria de búsqueda para el auge de la inteligencia artificial (IA) generativa. Aunque la IA podría no ser un sustituto de los motores de búsqueda, el DOJ advierte que “probablemente se convertirá en una característica importante de la industria de búsqueda en evolución”.
Propuestas del DOJ para Google
El DOJ identifica cuatro áreas clave donde puede restringir el poder de Google. Está pidiendo al juez Mehta que limite los tipos de contratos que Google puede negociar, exija reglas de no discriminación e interoperabilidad, y modifique la estructura de su negocio. “Remediar plenamente estos daños requiere no solo poner fin al control de Google sobre la distribución hoy, sino también garantizar que Google no pueda controlar la distribución del mañana”, sostiene el gobierno. Google, por su parte, califica las propuestas del DOJ como “radicales”, argumentando que van más allá de los problemas legales específicos en este caso.
La distribución de búsqueda y sus desafíos
El motor de búsqueda de Google viene preinstalado en muchos teléfonos y es el predeterminado en la mayoría de los navegadores web importantes, frecuentemente debido a acuerdos de reparto de ingresos. El DOJ argumenta que es poco probable que los consumidores cambien a un competidor, y que los socios comerciales de Google tienen poco incentivo para hacerlo mientras estén recibiendo pagos. Por lo tanto, deshacer el impacto de Google en la distribución es considerado el “punto de partida para abordar la conducta ilegal de Google”.
Además, un grupo de estados que presentó una demanda relacionada quiere abordar el problema de que los usuarios no son conscientes de que tienen otras opciones. Están considerando formas en que Google podría apoyar campañas educativas que informen a las personas sobre motores de búsqueda competidores.
Acumulación y uso de datos
En el juicio, el gobierno argumentó que Google crea un ciclo de dominio auto-reforzante a través de los datos de consultas de los usuarios. Cuantas más consultas recibe un motor de búsqueda, mejor se vuelve en ofrecer respuestas útiles, lo que dificulta que los rivales mejoren sus productos y compitan eficazmente. El DOJ desea “compensar” esta ventaja, potencialmente obligando a Google a compartir cierta información con los rivales, como datos y modelos utilizados en funciones de búsqueda asistidas por IA.
Nuevas características de búsqueda y su impacto
El gobierno también está preocupado por las “nuevas y desarrolladas características de búsqueda general”, especialmente la IA generativa. Argumenta que gran parte del poder de Google proviene de raspar datos de sitios que tienen “poco o ningún poder de negociación” contra el monopolio de Google. El DOJ está considerando exigir que Google permita a los sitios optar por participar en la inclusión en su motor de búsqueda mientras se opta por no participar en sus herramientas de IA.
Escala publicitaria y monetización
Además del mercado de búsqueda, se ha determinado que Google tiene poder monopolístico en el mercado de anuncios de texto de búsqueda. Para abordar esto, el gobierno está considerando remedios que “crearán más competencia y reducirán las barreras de entrada” para los rivales. Esto podría incluir el uso de IA por parte de Google para proteger su poder monopolístico, así como la posibilidad de licenciar el flujo de anuncios de Google por separado de sus resultados de búsqueda.