En las últimas semanas, Adobe ha sido objeto de fuertes críticas tras ajustar su acuerdo de términos de servicio. El martes, la compañía anunció una actualización que asegura que no utilizará el contenido de usuario almacenado localmente o en la nube para entrenar inteligencia artificial generativa, salvo en casos específicos como el envío de trabajos a Adobe Stock.
Scott Belsky, estratega principal de Adobe, aclaró que estas modificaciones no alteran la política existente, sino que la explicitan para evitar confusiones. “Siempre hemos mantenido la política de no utilizar contenido de usuarios para IA generativa”, señaló en una entrevista.
Los nuevos términos también abordan la preocupación sobre la privacidad, asegurando que Adobe no escaneará ni revisará trabajos almacenados localmente, sino que solo examinará automáticamente los cargados en la nube para prevenir contenido ilegal o abusivo.
Estos ajustes responden a un reciente malentendido por parte de los usuarios, quienes interpretaron incorrectamente que Adobe podría utilizar sus trabajos para entrenamiento de IA. Esta confusión subraya las tensiones existentes hacia la empresa, incluyendo una demanda del Departamento de Justicia por prácticas comerciales.
A pesar de estos cambios, las críticas hacia Adobe persisten, principalmente derivadas de su transición exclusiva a un modelo de suscripción en 2012, que generó descontento entre algunos usuarios. Este ajuste en los términos de servicio busca mejorar la transparencia, aunque podría requerir más tiempo para reconstruir la confianza perdida.