Un juez de la Corte Suprema de Brasil ha ordenado la prohibición de X, la red social anteriormente conocida como Twitter, después de que Elon Musk no designara un nuevo representante legal en el país. Esta decisión se da en un contexto de tensiones crecientes entre Musk y las autoridades brasileñas, lo que podría tener repercusiones significativas para la plataforma y otros servicios asociados a su imperio empresarial.
La orden judicial fue emitida por el juez Alexandre de Moraes, quien instruyó a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) a restringir el acceso a X en un plazo de 24 horas. Además, Apple y Google tienen cinco días para retirar la aplicación de sus respectivas tiendas en Brasil. La decisión también contempla multas diarias de 50,000 reales brasileños (aproximadamente 8,900 USD) para quienes intenten acceder a X mediante una red privada virtual (VPN).
El conflicto entre Musk y la justicia brasileña se intensificó a principios de este mes, cuando el magnate cerró las oficinas de X en Brasil, alegando que de Moraes amenazó con arrestar al representante legal de la empresa por no cumplir con “órdenes de censura”. La Corte Suprema había advertido a la compañía que debía nombrar un nuevo representante legal en un plazo de 24 horas para evitar la prohibición, una orden que Musk decidió ignorar.
En respuesta a la prohibición, Musk manifestó su descontento a través de un mensaje en X, donde afirmó que “la libertad de expresión es la base de la democracia y un pseudo-juez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos”. Este comentario refleja la larga disputa entre Musk y de Moraes, que comenzó cuando el juez abrió una investigación sobre X en abril, tras la reactivación de cuentas bloqueadas por desinformación, muchas de ellas vinculadas a partidarios del expresidente Jair Bolsonaro.
Además de afectar a X, la decisión de la justicia brasileña también ha tenido repercusiones en otros negocios de Musk. Starlink, la empresa de servicios satelitales de SpaceX, informó que sus finanzas fueron congeladas por orden de de Moraes, quien considera que Starlink debería asumir la responsabilidad de las multas impuestas a X, a pesar de que Musk ha calificado estas sanciones como inconstitucionales.
La prohibición de X en Brasil marca un nuevo capítulo en la tensa relación entre Elon Musk y las autoridades de ese país. Con la posibilidad de sanciones económicas y el bloqueo de la plataforma, el futuro de X en Brasil es incierto. Mientras tanto, la situación pone de relieve las complejidades legales que enfrentan las grandes plataformas tecnológicas al operar en diferentes jurisdicciones y cómo las decisiones de sus líderes pueden impactar significativamente en su viabilidad en mercados clave.