El DeLorean DMC-12, el icónico vehículo que se convirtió en leyenda gracias a la película Back To The Future en 1985, está viviendo sus días más difíciles en las carreteras británicas. Según cifras oficiales publicadas recientemente, apenas 303 unidades siguen registradas como aptas para circular en el Reino Unido, un número que pone en evidencia el fuerte declive de este modelo que marcó la historia automovilística y cinematográfica de los años 80.
La historia de este automóvil no solo es fascinante por su diseño atemporal, sino también por el convulso camino que vivió desde su concepción hasta su entrada en la cultura popular global. Hoy en día, sus escasas unidades restantes lo han convertido en objeto de deseo para coleccionistas y entusiastas de todo el mundo.
Un diseño adelantado a su época
El DeLorean DMC-12 fue la única creación automovilística comercializada de la empresa DeLorean Motor Company. Su diseñador, Giorgetto Giugiaro, concibió un vehículo con líneas vanguardistas, carrocería en acero inoxidable sin pintar y las emblemáticas puertas de ala de gaviota, que no solo marcaron tendencia, sino que también posicionaron al coche como una pieza futurista en el mercado, algo que décadas después sigue atrayendo miradas en exposiciones y reuniones de autos clásicos.
Cuando el DeLorean salió al mercado en 1981, su precio rondaba las £18,000, lo que lo hacía más costoso que un Porsche 911 de la época. Su producción fue limitada: apenas se fabricaron alrededor de 9,000 unidades antes de que la empresa quebrara en 1982.
Un final abrupto para una gran promesa automotriz
La caída del DeLorean Motor Company fue tan rápida como inesperada. Su fundador, John DeLorean, un brillante ingeniero con experiencia en General Motors, fue arrestado en un escándalo internacional por cargos de tráfico de drogas, en un caso ampliamente mediático que acaparó titulares durante meses. Aunque finalmente fue declarado no culpable, el daño a la reputación de la empresa fue irreversible.
El cierre de la fábrica en Dunmurry, Irlanda del Norte, supuso el fin de la producción, convirtiendo al DMC-12 en un objeto de culto casi de inmediato.
El impulso de la cultura pop: Back To The Future
Si el DeLorean ya era un modelo llamativo por su diseño, fue la película Back To The Future la que inmortalizó al coche en la mente de millones de personas en todo el mundo. La producción cinematográfica, protagonizada por Michael J. Fox como Marty McFly y Christopher Lloyd como el excéntrico Doc Brown, presentó al DeLorean como una máquina del tiempo que podía viajar a través de las décadas gracias a su “condensador de flujo” y a alcanzar la velocidad de 88 millas por hora.
A lo largo de la trilogía, el DeLorean no solo voló, sino que se enfrentó a escenarios de todo tipo, convirtiéndose en uno de los vehículos más reconocibles y queridos en la historia del cine. Desde ese momento, el DMC-12 pasó de ser un automóvil excéntrico a una pieza legendaria de la cultura pop.
De las pantallas a las subastas: el valor de un mito
El tiempo ha pasado y, como ocurre con muchos vehículos clásicos, el número de unidades en circulación ha ido disminuyendo notablemente. Actualmente, solo 303 DeLoreans están registrados para uso en carretera en el Reino Unido. Adicionalmente, otros 114 han sido declarados bajo el régimen SORN (Statutory Off Road Notification), lo que significa que permanecen almacenados, probablemente en manos de coleccionistas que los conservan como piezas de museo o inversión.
El mercado actual valora enormemente estos modelos. Según Edward Lovett, CEO de Collecting Cars, una unidad completamente restaurada y personalizada como réplica de la película puede alcanzar en subasta valores superiores a las £80,000. En comparación, en su época de lanzamiento costaba £18,000, un precio que para la época ya lo colocaba como un vehículo exclusivo, y que hoy en día, con su aura cinematográfica, ha disparado su cotización.
Collecting Cars, una plataforma de subastas especializadas, ha registrado la venta de apenas dos DeLoreans desde que comenzaron sus operaciones en 2019, siendo la última transacción por £56,000 en 2022.
Comparativa con otros vehículos icónicos del cine
El DeLorean no es el único vehículo cinematográfico que enfrenta un declive en cuanto a unidades activas en carretera. Según los mismos registros de la DVLA, otros automóviles famosos han tenido una suerte similar:
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Solo 311 unidades del Aston Martin DB5, mundialmente conocido por su rol como el coche de James Bond, están registradas.
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El Lotus Esprit, otro modelo que acompañó al agente 007, cuenta con 330 unidades activas.
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Por otro lado, algunos vehículos más accesibles han resistido mejor el paso del tiempo. Es el caso del Ford Anglia, que ganó notoriedad en Harry Potter y la Cámara Secreta, con más de 2,400 unidades aún activas en el Reino Unido, a pesar de que su producción terminó en 1967.
Estos datos permiten apreciar que la permanencia en las carreteras no siempre depende de la fama cinematográfica, sino de la rareza, el mantenimiento y el valor emocional que los propietarios asignan a sus automóviles.
Más allá del asfalto: el DeLorean como pieza de colección
Muchos de los DeLoreans supervivientes en la actualidad han dejado de ser vehículos de uso diario para convertirse en tesoros privados. Los clubes de propietarios, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, son testigo de ello: estos coches no solo son adquiridos por su valor histórico, sino también por la conexión nostálgica que evocan para toda una generación que creció admirando sus aventuras en la gran pantalla.
Además, gracias al valor que ofrece el mercado de subastas, muchos entusiastas ven en estos vehículos una inversión a largo plazo. Con el paso de los años, las unidades originales que han conservado sus características de fábrica —o que han sido meticulosamente restauradas— han multiplicado su precio inicial varias veces.
Un símbolo que trasciende generaciones
El DeLorean DMC-12 es mucho más que una carrocería de acero inoxidable o unas puertas de ala de gaviota. Es un recordatorio de una época de imaginación, estilo y atrevimiento en la industria automotriz y cinematográfica. Su asociación con Back To The Future asegura que, mientras existan amantes del cine, la ciencia ficción y los coches clásicos, su legado perdurará.
La escasez de unidades en circulación convierte cada ejemplar en un fragmento vivo de historia, una cápsula de tiempo que conecta el pasado con el presente.
La comunidad detrás del DeLorean
Lejos de ser un simple objeto de colección, el DeLorean ha logrado mantener una comunidad de fieles entusiastas que no solo conservan sus unidades, sino que también las restauran, las personalizan como réplicas de la película y participan en eventos temáticos, exhibiciones y convenciones a nivel global.
Este fenómeno ha contribuido a que las pocas unidades restantes se mantengan en estado óptimo, a pesar de las dificultades para encontrar piezas originales y de los altos costos de mantenimiento que exige un automóvil con más de 40 años de antigüedad.
Una leyenda que se resiste a desaparecer
A pesar de que los números hablan de una lenta pero constante desaparición de los DeLorean en circulación, la pasión que despiertan en sus propietarios y en el público general continúa vigente. Las nuevas generaciones, muchas de ellas gracias al streaming y la constante reedición de la trilogía cinematográfica, descubren el encanto de este automóvil singular que marcó una época.
Aunque las cifras oficiales muestren que su presencia en las carreteras es mínima, en garajes, museos, eventos de coches clásicos y convenciones temáticas, el DeLorean sigue despertando fascinación y asegurándose un lugar en la historia de la cultura automovilística y cinematográfica.