Las investigaciones de la NHTSA marcan el fin de una era de relativa libertad para los fabricantes de vehículos autónomos y de asistencia al conductor.
Durante años, los vehículos autónomos han operado en las sombras, con poca supervisión por parte de los reguladores gubernamentales. Sin embargo, este panorama ha cambiado drásticamente en las últimas semanas, con la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) abriendo investigaciones sobre prácticamente todas las principales compañías en el campo de los vehículos autónomos y los sistemas avanzados de asistencia al conductor.
Las compañías como Tesla, Ford, Waymo, Cruise y Zoox están bajo escrutinio por presuntas fallas de seguridad, con la NHTSA examinando cientos de accidentes, algunos de ellos fatales. Esta acción marca el comienzo de una nueva y posiblemente más conflictiva relación entre los reguladores de seguridad y el sector privado.
Las nuevas investigaciones exigen más transparencia por parte de las empresas, especialmente en lo que respecta a los accidentes, con el objetivo de verificar si las afirmaciones de seguridad de la industria están respaldadas por la realidad. Además, la proliferación de teléfonos inteligentes con cámaras ha aumentado la exposición de los problemas de seguridad, ya que los videos de vehículos autónomos comportándose de manera impredecible se vuelven virales con más frecuencia.
La NHTSA está utilizando estas investigaciones para obtener una visión más clara de los incidentes en tiempo real. Por ejemplo, en la investigación sobre el sistema de automóviles sin conductor de Waymo, la agencia ha identificado 22 incidentes, incluidos choques con puertas, cadenas y vehículos estacionados, así como videos virales de robotaxis operando en la dirección incorrecta.
Los expertos señalan que el público también está desempeñando un papel crucial al proporcionar información sobre incidentes casi accidentales. Esto marca un cambio significativo en la dinámica de la seguridad vial, ya que antes la información se limitaba principalmente a los informes de accidentes.
A pesar de los desafíos, hay optimismo sobre el aumento del escrutinio regulatorio. La disposición de la NHTSA para reabrir investigaciones, como en el caso del Autopilot de Tesla, indica un nuevo enfoque en la supervisión de la seguridad. Esta mayor atención podría llevar a una mejora significativa en la seguridad de los vehículos autónomos y de asistencia al conductor en el futuro.
El fin del “paseo gratis” para los autos autónomos marca un nuevo capítulo en la evolución de la seguridad vial y la regulación gubernamental en el sector automotriz. Con las investigaciones de la NHTSA en marcha, se espera un mayor nivel de responsabilidad por parte de los fabricantes y un enfoque renovado en la seguridad del consumidor.