Hace unos meses, durante una conferencia en San Francisco, Emily Chang de Bloomberg entrevistó a Reid Hoffman sobre la estrategia de Microsoft al contratar al equipo detrás de Inflection, una startup rival de OpenAI cofundada por Hoffman. Esta movida, que incluyó no solo la contratación de empleados sino también la licencia de tecnología, fue vista como una manera de evitar el escrutinio antimonopolio.
Hoffman predijo que este enfoque se convertiría en un patrón para futuros acuerdos en el campo de la IA, una predicción que se está cumpliendo ahora con Amazon anunciando la contratación de la mayoría del equipo de Adept, una startup respaldada por $400 millones de inversores clave para desarrollar modelos de lenguaje natural avanzados.
Este movimiento no solo ilustra la creciente consolidación en la industria de la IA, sino también cómo las grandes tecnológicas utilizan estrategias como el “reverse acquihire” para integrar talento y tecnología sin enfrentar las restricciones antimonopolio. A medida que más startups de IA consideran estos caminos, se plantean nuevos desafíos regulatorios y estratégicos para el futuro del sector.
En resumen, lo que Microsoft hizo con Inflection y lo que Amazon está haciendo con Adept representa un cambio significativo en las estrategias de adquisición de la IA. Estos “reverse acquihires” no solo impactan la competencia y la innovación, sino que también reflejan la evolución del panorama tecnológico bajo un escrutinio cada vez más estricto.