Un estudio reciente realizado por la Universidad de Copenhague ha desafiado los viejos estereotipos sobre los hábitos alimenticios de los gamers. Tradicionalmente, los gamers son retratados como individuos mal alimentados, rodeados de desorden y comida chatarra. Sin embargo, la nueva investigación revela que estos estereotipos son más una cuestión de hambre social y diferencias de género que de una inclinación natural hacia la comida chatarra.
En el estudio, liderado por Thomas Skelly del Departamento de Economía Alimentaria y de Recursos, se desentraña cómo las dinámicas sociales, más que los comportamientos individuales, influyen en las decisiones alimenticias de los gamers. El análisis sugiere que los gamers no son simplemente adictos a la comida chatarra, sino que sus elecciones están determinadas por su necesidad de socializar y las presiones de género que enfrentan, especialmente las mujeres dentro de la comunidad gamer.
Los Estereotipos de los Gamers y la Realidad
El estereotipo común de los gamers es el de una persona desorganizada, con una dieta deficiente, comida rápida y un estilo de vida aislado. Este perfil incluye la imagen de los dedos grasientos de pizza golpeando furiosamente el teclado, con los ojos fijos en la pantalla, rodeados de latas de refresco y envoltorios de comida rápida. Sin embargo, el estudio de la Universidad de Copenhague muestra que este estereotipo no refleja con precisión las realidades cotidianas de los gamers.
“La imagen del gamer como un individuo que vive en un entorno sucio y consume solo comida chatarra no refleja completamente la complejidad de sus hábitos alimenticios. Los gamers, al igual que otros jóvenes, adaptan sus hábitos a sus circunstancias sociales y económicas”, explica Skelly.
El estudio encontró que los gamers que viven con otras personas priorizan las comidas sociales, esforzándose por cocinar y disfrutar juntos de los alimentos. Sin embargo, aquellos que viven solos tienden a optar por comidas rápidas y convenientes, como la pizza congelada, para no interrumpir sus actividades sociales en línea.
La Conexión Social Detrás de los Hábitos Alimenticios
Una de las conclusiones más reveladoras del estudio es que los hábitos alimenticios de los gamers están más relacionados con la necesidad de socializar que con un deseo intrínseco de consumir comida chatarra. Según el estudio, cuando los gamers viven con otras personas, la comida se convierte en una actividad social. En cambio, aquellos que viven solos, como muchos gamers jóvenes, optan por comidas rápidas que les permiten volver rápidamente a sus interacciones en línea.
“La comida es un medio para continuar la interacción social, y a menudo se convierte en una prioridad secundaria cuando los gamers están ansiosos por volver a jugar. La rapidez es clave”, menciona Skelly.
A lo largo del estudio, los investigadores también diferenciaron dos tipos de comida dentro de la cultura gamer: la “comida gamer”, asociada con eventos sociales como las LAN parties, y la “comida de juego”, que describe los hábitos diarios y más rápidos de los gamers. Las LAN parties son eventos donde los jugadores se reúnen en grupos grandes para jugar en un entorno físico común, y suelen estar marcados por el consumo de comida rápida y chatarra, un fenómeno que se convierte en un ritual simbólico dentro de la comunidad gamer.
Diferencias de Género en los Hábitos Alimenticios
Un hallazgo importante del estudio es la diferencia de género en los hábitos alimenticios de los gamers. Las mujeres gamers muestran una mayor conciencia sobre la salud y el orden en el hogar que los hombres, lo que se refleja en sus elecciones alimenticias. Mientras que los hombres tienden a optar por comida rápida de conveniencia, las mujeres son más propensas a preparar algo rápido y saludable, como un sándwich de pan de centeno, y luego limpiar después de comer.
“Las mujeres, dentro y fuera de la cultura gamer, están más influenciadas por las expectativas sociales sobre su salud y la limpieza en el hogar. Esta conciencia afecta sus decisiones alimenticias y de higiene”, explica Kristian Haulund Jensen, investigador en Psicología en la Universidad de Aarhus.
La presión social sobre las mujeres para mantener un cuerpo saludable y un hogar ordenado parece ser una razón significativa detrás de estas diferencias. “A diferencia de los hombres, que a menudo no se sienten tan presionados por la limpieza o la salud en su entorno doméstico, las mujeres tienden a sentir una mayor vergüenza si se perciben como desordenadas o poco saludables”, añade Haulund Jensen.
Impacto de los Eventos LAN en la Cultura Gamer
Aunque el estudio se centra principalmente en los hábitos diarios de los gamers, también se abordó la influencia de los eventos sociales más grandes, como las LAN parties. En estos eventos, el consumo de comida chatarra es mucho más pronunciado, lo que ayuda a perpetuar el estereotipo de los gamers como personas poco saludables. Sin embargo, los investigadores sugieren que si los eventos LAN fueran dominados por mujeres, la cultura alimentaria podría ser notablemente diferente, con una mayor prevalencia de opciones de comida saludable.
“Los eventos LAN han sido históricamente dominados por hombres, y esto ha contribuido a una cultura alimentaria centrada en la comida rápida y poco saludable. Si las LAN parties estuvieran dominadas por mujeres, es fácil imaginar que la oferta de comida sería más saludable”, señala Skelly.
El Papel de la Juventud en los Hábitos Alimenticios de los Gamers
Otro factor que influye en los hábitos alimenticios de los gamers es la juventud. Los jóvenes suelen tener una actitud rebelde hacia las expectativas alimenticias de los padres, lo que puede llevarlos a consumir comida rápida y menos saludable. Además, muchos jóvenes gamers no tienen un presupuesto significativo para gastar en alimentos, lo que hace que la comida rápida y barata sea una opción conveniente.
“Los jóvenes suelen rebelarse contra las restricciones alimenticias impuestas por los padres, y los gamers no son una excepción. Además, los gamers jóvenes suelen tener un presupuesto limitado, lo que hace que la comida rápida y la comida chatarra sean opciones más accesibles”, comenta Haulund Jensen.
Repensando los Estereotipos de los Gamers
Este estudio revela que los hábitos alimenticios de los gamers están profundamente influenciados por su entorno social y las presiones de género, más que por una inclinación hacia la comida chatarra. La cultura gamer, en su forma cotidiana, no es tan diferente de la de otros jóvenes en cuanto a las elecciones alimenticias. Sin embargo, cuando se juntan en eventos sociales masivos como las LAN parties, los hábitos alimenticios se alinean con la tradición de la comida rápida y la cultura de los refrigerios poco saludables.