Ford, Mercedes-Benz y Tesla se destacan como los líderes en un nuevo ranking que evalúa los esfuerzos de 18 fabricantes de automóviles para reducir las emisiones de carbono, mitigar los daños ambientales y abordar las violaciones de derechos humanos en sus cadenas de suministro. Esta evaluación, realizada por Lead the Charge, una coalición de renombradas organizaciones ambientales y de derechos humanos, incluyendo al Sierra Club y The Sunrise Project, destaca los avances significativos realizados por las compañías automotrices estadounidenses, con Tesla mostrando el mayor progreso en este ámbito.
El informe revela que los fabricantes de automóviles están avanzando considerablemente en la limpieza de sus cadenas de suministro, especialmente en áreas clave como la debida diligencia en derechos humanos y la descarbonización del acero. Se observa también que las regulaciones de la Unión Europea están teniendo un impacto positivo en la industria a nivel mundial.
Ford lidera el camino con una impresionante puntuación del 42%, superando a Mercedes, el ganador del año pasado. Mientras tanto, Tesla, con su reciente divulgación de datos sobre emisiones en la cadena de suministro, experimenta un importante ascenso en la clasificación, alcanzando el tercer lugar. Sin embargo, el informe destaca importantes deficiencias en las prácticas de derechos humanos, especialmente en lo que respecta a los derechos indígenas, un área donde incluso los principales fabricantes como Ford y Mercedes muestran falta de avances.
Toyota y Honda figuran entre los peor clasificados este año, junto con Kia y Nissan, principalmente debido a su lento progreso en la transición hacia vehículos eléctricos, así como su falta de atención a las emisiones de la cadena de suministro y los derechos indígenas.
El informe advierte que, a pesar de algunos avances, el progreso general de la industria automotriz en 2023 ha sido insuficiente y existe un riesgo real de incumplimiento de los objetivos climáticos. Se destaca que ninguna empresa alcanzó una puntuación superior al 50%, y que todavía queda mucho trabajo por hacer en áreas como la descarbonización del acero y aluminio, así como la protección de los derechos de los pueblos indígenas.
Es evidente que se requiere un mayor compromiso por parte de los fabricantes de automóviles para minimizar el daño ambiental y proteger los derechos de los trabajadores y los pueblos indígenas. Un informe climático encargado por Polestar y Rivian subraya la urgencia de abordar este problema, ya que la industria automotriz global aún se encuentra muy lejos de cumplir con los objetivos establecidos por el Acuerdo de París, a pesar del lanzamiento masivo de nuevos vehículos eléctricos e híbridos en los próximos años.