Google se enfrenta a una demanda colectiva que acusa a la compañía de recopilar datos de usuarios a través de su navegador Chrome sin el consentimiento adecuado. Un tribunal federal de apelaciones ha revocado una decisión previa que había desestimado el caso, ordenando que se reevalúe si los usuarios entendieron y consintieron la recopilación de datos. La controversia plantea importantes preguntas sobre la privacidad y el consentimiento en el uso de tecnología.
La demanda colectiva, presentada por primera vez en 2020, sostiene que Google recopiló información de los usuarios de Chrome incluso si no activaban la función de sincronización del navegador. Esta función, que guarda marcadores, contraseñas y otras configuraciones en la cuenta de Google, facilita el acceso a esta información en múltiples dispositivos.
Los demandantes argumentan que Chrome “enviaba intencional y ilegalmente” datos como el historial de navegación, direcciones IP, identificadores de cookies persistentes y únicos del navegador a Google sin el permiso explícito de los usuarios. Inicialmente, Google defendió su posición afirmando que los usuarios consintieron a esta práctica al aceptar su política de privacidad. La jueza Yvonne Gonzalez Rogers, que desestimó el caso, apoyó esta postura, señalando que la empresa había divulgado adecuadamente la recopilación de datos.
Sin embargo, el juez Milan D. Smith Jr. ha criticado la decisión de Gonzalez Rogers, argumentando que no se consideró si los usuarios realmente comprendieron el acuerdo de privacidad. “Google tenía una divulgación general de privacidad, pero promocionaba Chrome sugiriendo que cierta información no sería enviada a Google a menos que el usuario activara la sincronización”, explicó Smith. El caso ha sido enviado de nuevo a los tribunales inferiores para su reconsideración.
Google ha expresado su desacuerdo con el fallo y se mantiene confiado en que los hechos del caso están de su lado. Según José Castañeda, portavoz de la compañía, “Chrome Sync ayuda a las personas a usar Chrome de manera fluida en sus diferentes dispositivos y tiene controles de privacidad claros.” Aunque Google planea eliminar pronto el requisito de sincronización para acceder a la información guardada, Castañeda aclara que esta decisión no está relacionada con la litigación en curso. La evolución de este caso será crucial para definir el futuro de la privacidad y el consentimiento en la era digital.