Las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos, entre ellas Amazon, Meta, Microsoft y Alphabet, están listas para realizar una inversión histórica en el campo de la inteligencia artificial (IA) en 2025, con un gasto previsto que superará los $300,000 millones. Este gasto masivo subraya el enfoque de las compañías en consolidarse como líderes indiscutibles en la investigación y el desarrollo de modelos de lenguaje de gran escala, infraestructura y chips especializados para sus centros de datos.
Un panorama de inversión sin precedentes
El gasto de las grandes tecnológicas en inteligencia artificial no es nuevo, pero los planes anunciados para 2025 han dejado claro que la carrera por la supremacía de la IA está lejos de desacelerarse. Solo Amazon, con su proyección de más de $100,000 millones en gasto para este año, ha superado a sus competidores. Este tipo de inversiones ha sido una constante en los últimos años, con un aumento de un 63% en el gasto de capital de las cuatro principales empresas tecnológicas estadounidenses en 2024, ascendiendo a $246,000 millones frente a los $151,000 millones del año anterior.
Para 2025, las previsiones de inversión podrían superar los $320,000 millones, lo que demuestra la magnitud de la apuesta de estos gigantes por la inteligencia artificial, a pesar de las crecientes preocupaciones de los inversores sobre el retorno de esta inversión y el impacto en sus negocios no relacionados con IA. Las gigantes tecnológicas como Microsoft, Alphabet, Amazon y Meta están invirtiendo en infraestructuras clave, como centros de datos y la implementación de servidores equipados con chips especializados, para mantenerse a la vanguardia de la investigación en modelos de lenguaje de IA.
Desafíos para los inversionistas
Si bien las grandes inversiones en IA han sido bien recibidas por algunos analistas, no todos los inversionistas comparten la misma opinión. El mercado ha reaccionado con cierto escepticismo, especialmente después del lanzamiento de un modelo de IA innovador y de bajo costo por parte de la empresa china DeepSeek a finales de enero de 2025. Este modelo fue aclamado por su capacidad de razonamiento similar a la de los productos de Google y OpenAI, pero a una fracción del precio, sin necesidad de los avanzados procesadores gráficos de Nvidia. Este tipo de desarrollos plantea inquietudes sobre la rentabilidad de las inversiones de las grandes tecnológicas y el potencial riesgo de que la tecnología de IA se commoditize.
Además, el aumento de los gastos en infraestructura de computación en la nube por parte de empresas como Microsoft y Alphabet ha tenido un impacto negativo en sus valoraciones de mercado. Microsoft y la matriz de Google, Alphabet, vieron desaparecer $200,000 millones de su valor de mercado tras informar de un crecimiento más débil de lo esperado en sus divisiones de computación en la nube. Google, que registró una caída del 8% en su cotización, experimentó su quinto peor día de negociación en la última década. Este tipo de fluctuaciones subraya las preocupaciones de los inversionistas sobre el retorno a corto plazo de las inversiones realizadas en IA.
La apuesta continua de Google, Microsoft y Amazon
A pesar de las preocupaciones de los inversionistas, los líderes de las grandes tecnológicas han defendido su postura y prometido seguir invirtiendo fuertemente en inteligencia artificial. Sundar Pichai, CEO de Google, afirmó que la oportunidad que representa la IA es “tan grande como pocas veces se ve”, lo que justifica el gasto previsto de $75,000 millones en 2025, un 42% más que el año anterior. Por su parte, Satya Nadella, CEO de Microsoft, enfatizó en Davos que su inversión de $80,000 millones para la expansión de Azure es una apuesta estratégica para mantener a Microsoft en la cúspide de la tecnología, y recalcó la importancia de aprovechar su inversión temprana en OpenAI.
Amazon, por su parte, ha aumentado significativamente su inversión en inteligencia artificial, con una proyección de $100,000 millones para 2025, más del doble de lo invertido en 2024. Andy Jassy, CEO de Amazon, indicó que esta inversión está dirigida principalmente a centros de datos y servidores para Amazon Web Services, ante la “significativa demanda” que están viendo en el mercado. A pesar de los retos, Jassy se mostró confiado en que este gasto contribuirá a mantener la competitividad de Amazon en la industria.
Meta: Un caso de éxito en el retorno de la inversión en IA
A diferencia de otras empresas como Google y Microsoft, Meta ha logrado obtener un retorno más tangible de sus inversiones en IA, lo que ha generado una respuesta positiva por parte de los inversionistas. El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, anunció que continuará invirtiendo “cientos de miles de millones” en IA, además de los $40,000 millones destinados a este sector en 2024. El uso de la inteligencia artificial en Meta ha permitido mejorar la segmentación de anuncios en plataformas como Facebook e Instagram, lo que se ha traducido en un crecimiento significativo en los ingresos de la compañía.
A pesar de estos éxitos, Meta también enfrenta retos, especialmente con la creciente competencia en el sector y la necesidad de integrar la IA de manera efectiva sin afectar su negocio principal de publicidad. No obstante, el desempeño sólido de la empresa en términos de ingresos por publicidad sugiere que la IA es un factor clave para mantener su posición en el mercado.
Los desafíos de la “Magnificent Seven” y la competencia emergente
El grupo conocido como las “Magnificent Seven”, que incluye a Apple, Nvidia y Tesla además de Amazon, Microsoft, Meta y Alphabet, continúa liderando la inversión en IA, con un aumento del 40% en su gasto de capital en 2024, comparado con solo un 3.5% en el resto de las empresas del índice S&P 500. Esta disparidad en el gasto es un claro indicativo de que las principales tecnológicas están apostando todo a la inteligencia artificial, lo que está impulsando un aumento en sus ganancias, con un crecimiento de un 33% en sus beneficios, en contraste con el modesto 5% del resto de las empresas.
Sin embargo, la competencia no solo proviene de otras grandes tecnológicas. DeepSeek, una startup china, ha desafiado el dominio de empresas como Google y OpenAI, demostrando que es posible construir modelos de IA poderosos a una fracción del costo, lo que podría generar una disrupción en el mercado. Además, la colaboración de OpenAI con SoftBank y Oracle, para invertir hasta $100,000 millones en infraestructura relacionada con la IA, resalta cómo el sector está recibiendo apoyo no solo de las grandes corporaciones tecnológicas, sino también de inversores externos dispuestos a financiar este nuevo ecosistema.
Reflexiones sobre el futuro de la IA
A pesar de las preocupaciones de que el mercado pueda enfrentar una “hielo de invierno” en el futuro, muchos analistas coinciden en que la inversión en IA no se detendrá en el corto plazo. Rishi Jaluria, analista de RBC Capital Markets, señaló que, aunque podría haber una desaceleración en la industria, las empresas líderes no pueden permitirse reducir su ritmo de inversión. Si bien algunos temen que la IA pueda pasar de ser una tendencia en auge a una burbuja tecnológica, la mayoría de los expertos coinciden en que los beneficios a largo plazo de la inteligencia artificial justifican los esfuerzos actuales.
En conclusión, 2025 será un año clave para la inteligencia artificial, con las grandes tecnológicas apostando fuertemente por la innovación y la expansión en un mercado que sigue mostrando un crecimiento prometedor. Sin embargo, la competencia creciente y las dudas sobre el retorno de inversión harán que las empresas tengan que demostrar de manera tangible los beneficios de sus enormes inversiones en IA para calmar las preocupaciones de los inversores.