OpenAI ha tomado medidas drásticas contra una serie de cuentas de ChatGPT vinculadas a un esfuerzo de influencia iraní destinado a manipular la opinión pública en EE.UU. La empresa ha descubierto que estas cuentas estaban involucradas en la creación y distribución de contenido sobre temas políticos y sociales sensibles, incluyendo las elecciones presidenciales estadounidenses y la guerra entre Israel y Hamas. Esta revelación pone de relieve los crecientes temores sobre la manipulación de la información digital y su impacto en los procesos electorales.
OpenAI ha tomado medidas enérgicas contra una serie de cuentas de ChatGPT que, según la empresa, estaban involucradas en una operación de influencia dirigida desde Irán. La operación, identificada como Storm-2035, se dedicó a crear y difundir artículos extensos y publicaciones en redes sociales sobre temas de alta relevancia política y social. Entre los temas tratados se incluían las elecciones presidenciales de EE.UU., la guerra entre Israel y Hamas, la participación de Israel en los Juegos Olímpicos, la política en Venezuela y los derechos de las comunidades latinx en EE.UU.
La investigación de OpenAI indica que estas cuentas estaban diseñadas para engañar a los votantes estadounidenses mediante la creación de sitios web disfrazados de medios de noticias políticos. Sin embargo, la compañía subraya que la campaña de influencia no logró una participación significativa en las redes sociales, ya que la mayoría de las publicaciones recibieron “pocos o ningún me gusta, compartido o comentario”.
En mayo, OpenAI y Meta también habían anunciado que habían desarticulado una campaña en redes sociales que utilizaba IA para publicar mensajes pro-Israel en Instagram y Facebook. Esta acción se enmarca en un contexto más amplio de preocupaciones sobre la seguridad electoral y la manipulación de la información en la era digital.
Con las elecciones presidenciales de EE.UU. a solo unos meses de distancia, el riesgo de intentos de interferencia externa continúa siendo una preocupación relevante. La confirmación por parte del expresidente Donald Trump de que su campaña fue hackeada y su vinculación con un grupo de hackers iraníes subraya la creciente amenaza de la influencia extranjera en la política estadounidense. Mientras tanto, el FBI sigue investigando estos incidentes y otros intentos de hackeo relacionados con las campañas de Biden y Harris, lo que destaca la necesidad de vigilancia y medidas de seguridad robustas en el ámbito electoral