El próximo jueves, los accionistas de Tesla enfrentarán una decisión crucial: aprobar o no el monumental paquete de remuneración de Elon Musk, el más grande jamás ofrecido a un CEO. La reunión se perfila como un referéndum sobre el liderazgo tumultuoso de Musk, quien transformó a Tesla de una startup de nicho en uno de los gigantes automotrices más importantes de la historia reciente. La propuesta de $50 mil millones está siendo sometida a votación por segunda vez, con Musk indicando en una publicación reciente en X que la aprobación parece inminente.
A principios de este año, un tribunal de Delaware invalidó el paquete de remuneración de Musk, alegando falta de transparencia en su desarrollo y una relación demasiado estrecha entre Tesla y su CEO extremadamente rico. En respuesta, Musk organizó un nuevo voto y propuso la reubicación de Tesla en Texas para evitar el escrutinio del sistema judicial de Delaware.
Robyn Denholm, presidenta de la junta directiva de Tesla, defendió el paquete argumentando que es crucial para mantener la atención de Musk y motivarlo a lograr las ambiciosas metas de la compañía, incluyendo la valorización histórica de Tesla como el fabricante de automóviles más valioso del mundo en 2020.
Sin embargo, la atención y el enfoque de Musk han sido cuestionados debido a sus múltiples intereses, que incluyen SpaceX, The Boring Company, Neuralink, X Corp. y xAI. A pesar de ser la fuente de su riqueza y popularidad, Tesla ha enfrentado desafíos recientes, como despidos masivos y una disminución significativa en el precio de sus acciones.
La votación de mañana no solo enfrentará a inversores institucionales contra minoristas, sino que también decidirá sobre la propuesta de Tesla de reubicarse en Texas, un movimiento que podría impactar su apelación ante el tribunal de Delaware y su relación con los inversores institucionales.
La decisión final sobre el destino de Musk y Tesla será evidente en la fábrica de Austin el jueves, donde convergerán accionistas y entusiastas, en un evento que Musk considera no solo una prueba de la compañía como líder en automóviles, sino como un jugador clave en la tecnología de inteligencia artificial y robótica.