El gigante del streaming, Netflix, está experimentando un cambio significativo que podría convertirlo en algo más parecido a la televisión por cable. Con títulos como Suits, películas clásicas y WWE en su catálogo, la plataforma parece estar adoptando una estrategia que se asemeja a la programación tradicional. En este artículo, exploraremos las implicaciones de este cambio y cómo podría afectar a los suscriptores de Netflix.
Durante un reciente fin de semana en Memphis, mientras buscaba una película para relajarme en un hotel, me encontré con una lista en el top 10 de Netflix que parecía más propia de una cadena de televisión por cable que de un servicio de streaming. Con éxitos de la década de 2010 y 2020, como Cowboy & Aliens y The Legend of Tarzan, y el anuncio de la adquisición de WWE Monday Night Raw, Netflix parece estar ampliando su enfoque hacia contenidos más convencionales.
Esta decisión estratégica se suma a la reciente salida de Scott Stuber, quien supervisó los éxitos cinematográficos de Netflix en los últimos años. ¿Está la plataforma dejando atrás su búsqueda de prestigio para abrazar un enfoque más cercano a las cadenas de cable convencionales? La incorporación de WWE Monday Night Raw como parte de su programación sugiere que Netflix está apostando por el entretenimiento popular y consolidando su posición en el mercado.
Sin embargo, este cambio no está exento de desafíos. A medida que Netflix invierte en contenidos más tradicionales, el aumento de los costos, particularmente en la adquisición de derechos para WWE, podría llevar a ajustes en las tarifas para los suscriptores. Ted Sarandos, co-CEO de Netflix, mencionó durante una reciente llamada de ganancias que el crecimiento del negocio publicitario de la plataforma podría compensar estos costos.
El enfoque actual de programación de Netflix, que se basa en contenidos establecidos de otras compañías, plantea preguntas sobre su capacidad para generar originales convincentes. A pesar de tener éxitos como Avatar: The Last Airbender, Young Sheldon y Suits en su catálogo, la plataforma podría enfrentar la competencia de otras opciones de transmisión con bibliotecas más especializadas y atractivas.
A medida que los precios de Netflix continúan aumentando, alcanzando los $15.49 por dos pantallas sin anuncios, los suscriptores podrían sopesar las alternativas disponibles, como Apple TV, Amazon, Disney y Paramount Plus. La estrategia de Netflix, basada en su tamaño y contenido licenciado, podría enfrentar desafíos si no logra mantenerse como la plataforma más atractiva en términos de exclusividad y calidad de originales.
En conclusión, el giro estratégico de Netflix hacia una programación más convencional plantea interrogantes sobre su posición en el competitivo mercado del streaming. ¿Logrará mantener a sus suscriptores actuales y atraer nuevos públicos con esta nueva dirección? Solo el tiempo revelará el impacto de esta transformación en el futuro de Netflix en la era de la transmisión.