OpenAI describe su estructura empresarial como “una asociación entre nuestra organización sin fines de lucro original y una nueva rama de lucro limitado”. Esto ha sido un factor clave en el fallido golpe de estado de la junta el año pasado contra el CEO Sam Altman y en una reciente demanda por parte del cofundador Elon Musk. Según informes, esto está a punto de cambiar con una nueva ronda de financiamiento que podría valorar a OpenAI en más de $150 mil millones.
Ahora, Reuters cita fuentes anónimas que afirman que parte del nuevo plan incluye proporcionar acciones a Altman por primera vez. En la nueva estructura, OpenAI procederá como una corporación de beneficios con fines de lucro, similar a su competidora Anthropic.
Este nuevo enfoque significa que OpenAI “ya no estará controlado por su junta sin fines de lucro” y se volverá más atractivo para inversionistas, manteniendo la organización sin fines de lucro una participación minoritaria. Sin embargo, para aquellos preocupados por el equilibrio entre la seguridad de la IA y los posibles beneficios económicos, estos cambios pueden resultar inquietantes, ya que la empresa busca desarrollar modelos de IA capaces de razonar.
Cuando Altman regresó como CEO el noviembre pasado, su carta mencionó “mejorar nuestra estructura de gobernanza”, y eso parece estar tomando forma en medio de la salida de otros ejecutivos. La CTO de OpenAI, Mira Murati, anunció su salida hoy; además, Reuters señala que el presidente Greg Brockman ha estado de licencia, y el ex-científico jefe Ilya Sutskever se separó de la compañía a principios de este año.