La compañía china DeepSeek desafía a las grandes potencias tecnológicas con su IA de bajo coste, poniendo en jaque a OpenAI y la industria estadounidense
La polémica acusación de OpenAI a DeepSeek
El sector de la inteligencia artificial (IA) se encuentra en una encrucijada, marcada por las disputas legales y la constante evolución de las tecnologías. En este contexto, DeepSeek, una emergente empresa china de IA, ha generado un terremoto al ser acusada por OpenAI y Estados Unidos de “destilar” (técnicamente, extraer datos y conocimientos) de ChatGPT sin autorización. Esta controversia subraya las tensiones crecientes entre las grandes potencias tecnológicas en un área de alta competitividad y vigilancia: la inteligencia artificial.
La denuncia de OpenAI se suma a una lista creciente de acusaciones sobre el uso no autorizado de datos protegidos por derechos de autor, una práctica que no solo ha afectado a empresas de la talla de OpenAI, sino que también involucra a organizaciones como The New York Times y Authors Guild, una asociación que representa a escritores de renombre como George R. R. Martin. Estas entidades afirman que sus materiales, desde artículos periodísticos hasta obras literarias, habrían sido incluidos sin permiso en las bases de datos utilizadas para entrenar modelos de IA como ChatGPT.
¿Qué significa “destilar” en el contexto de IA?
El concepto de “destilación” en inteligencia artificial hace referencia a un proceso mediante el cual un modelo de IA más pequeño y eficiente aprende de un modelo más grande y complejo. Este proceso implica extraer los aspectos esenciales de los conocimientos del modelo original sin perder calidad. Es una práctica común en la industria para optimizar modelos que puedan operar en dispositivos más pequeños y con menos capacidad de procesamiento, como teléfonos inteligentes o sistemas embebidos.
Sin embargo, en este caso, OpenAI alega que DeepSeek ha utilizado ChatGPT, uno de los modelos de IA más avanzados del mundo, para destilar sus propios sistemas sin seguir los acuerdos legales. Este proceso no solo se considera inapropiado, sino que también pone en evidencia las crecientes tensiones entre las naciones involucradas en la carrera por la supremacía en inteligencia artificial.
La respuesta de DeepSeek y la controversia sobre los chips de Nvidia
DeepSeek, por su parte, defiende su modelo argumentando que ha logrado una eficiencia significativamente mayor en el consumo de recursos en comparación con ChatGPT, tanto en la fase de entrenamiento como en la de despliegue. En un artículo técnico, la compañía china detalló cómo su IA se basa en un “modelo de expertos” que optimiza la gestión de datos y cálculos, lo que le permite funcionar con un coste mucho menor, estimado en 5,5 millones de euros, frente a los cientos de millones invertidos por las grandes corporaciones tecnológicas estadounidenses.
La empresa también ha desmentido que haya utilizado los modelos de OpenAI de manera ilegal. Aseguran que su IA se entrena mediante un enfoque independiente y que ha logrado grandes avances a pesar de los recursos limitados. Según DeepSeek, se han utilizado menos de 3.000 chips de Nvidia para la formación de su sistema, un número que se encuentra por debajo de los límites establecidos por las sanciones impuestas por Estados Unidos.
No obstante, varios analistas y expertos en la materia han cuestionado estas afirmaciones. Julián Estévez, profesor de Robótica e Inteligencia Artificial en la Universidad del País Vasco, señala que DeepSeek podría estar recurriendo a terceros países, como Singapur, para sortear las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos. Otros expertos, como Dario Amodei, responsable de la empresa Anthropic, apuntan que DeepSeek podría tener acceso a unos 50,000 chips avanzados de Nvidia, valorados en más de 1.000 millones de dólares.
La política de OpenAI y su postura frente a la destilación
OpenAI no ha permanecido de brazos cruzados ante las acusaciones que involucran a DeepSeek. La compañía, dirigida por Sam Altman, ha emitido un comunicado en el que expresan su preocupación por el uso no autorizado de sus tecnologías. “Estamos al tanto de que DeepSeek puede haber destilado de manera inapropiada nuestros modelos, y estamos tomando medidas para proteger nuestros derechos de propiedad intelectual”, aseguran desde la empresa.
Aunque OpenAI no ha proporcionado pruebas concretas que respalden sus acusaciones, la empresa ha reiterado su compromiso con la protección de su propiedad intelectual. En una carta dirigida al parlamento británico, OpenAI reconoció que entrenar modelos de IA avanzados sin recurrir a materiales protegidos por derechos de autor sería prácticamente imposible. En ese sentido, afirmaron que las leyes de copyright no deberían obstaculizar la creación de modelos de IA capaces de satisfacer las necesidades actuales.
El impacto en la industria tecnológica y los aliados de OpenAI
El conflicto no se limita únicamente a DeepSeek y OpenAI. Microsoft, el principal aliado y cliente de OpenAI, también ha estado involucrado en este escándalo. Según una filtración de Bloomberg, el equipo de seguridad de Microsoft detectó en octubre una actividad sospechosa relacionada con DeepSeek. Según las fuentes anónimas, “individuos vinculados a DeepSeek” habrían extraído una gran cantidad de datos utilizando la interfaz de OpenAI. Sin embargo, Microsoft tampoco ha proporcionado pruebas sustanciales que respalden estas acusaciones.
En este contexto, el gobierno de Estados Unidos, a través de su consejo de asesores en ciencia y tecnología, ha respaldado a OpenAI y otras empresas de inteligencia artificial en sus esfuerzos por proteger sus modelos de posibles imitaciones. David Sacks, conocido como “el zar de la IA” durante la presidencia de Donald Trump, ha declarado en entrevistas que existen pruebas sustanciales de que DeepSeek ha utilizado la destilación para extraer conocimientos de los modelos de OpenAI.
Sacks agregó que, en el futuro, las empresas de IA deberán tomar medidas para evitar que sus modelos sean destilados por competidores. Sin embargo, hasta el momento, no se ha anunciado ninguna represalia oficial contra DeepSeek ni contra China por parte de la administración estadounidense.
El impacto económico y bursátil
La controversia también ha tenido repercusiones económicas. La empresa Nvidia, que suministra chips esenciales para el entrenamiento de IA, sufrió una pérdida histórica en su valor de mercado debido a la incertidumbre creada por el modelo de DeepSeek. El lunes, Nvidia perdió cerca de 600.000 millones de dólares en valor de mercado, la mayor destrucción de valor en un solo día en la historia de la empresa. Aunque Nvidia se recuperó ligeramente el martes, su caída continuó el miércoles con una pérdida adicional de más del 6%.
Este hecho ha evidenciado el impacto directo de la competencia en el mercado de chips y la importancia de los avances tecnológicos en IA. Mientras tanto, OpenAI sigue siendo una de las empresas más importantes en este campo, pero DeepSeek está demostrando que las barreras de entrada a la inteligencia artificial avanzada son cada vez menores.
El futuro de la IA: competencia y cooperación
La irrupción de DeepSeek en la industria de la IA marca un punto de inflexión en la forma en que las empresas tecnológicas interactúan y compiten en el desarrollo de modelos avanzados. A medida que más países, incluidas China y Estados Unidos, invierten grandes sumas en investigación y desarrollo de inteligencia artificial, se espera que surjan más tensiones relacionadas con la propiedad intelectual y el uso de datos.
Las disputas legales sobre el uso de materiales con copyright y el acceso a tecnologías de vanguardia son solo la punta del iceberg en una industria que promete transformar profundamente todos los aspectos de la vida humana. Las políticas gubernamentales, las estrategias empresariales y las leyes de propiedad intelectual tendrán que evolucionar rápidamente para abordar los desafíos que presenta la competencia global en inteligencia artificial.