El espacio exterior ha fascinado a la humanidad durante siglos, pero los efectos de la ausencia de gravedad en el cuerpo humano siguen siendo un tema de estudio e interés para los científicos. Los astronautas que han pasado largos períodos en el espacio, como los recientes regresos de la Estación Espacial Internacional (EEI), han enfrentado una serie de efectos adversos que alteran su salud física y mental. Este artículo explora en detalle cómo el cuerpo humano responde a las condiciones extremas del espacio y cómo los astronautas, como Suni Williams, Butch Wilmore, Frank Rubio y Scott Kelly, enfrentan estos desafíos.

La experiencia de Suni Williams y Butch Wilmore: un viaje inesperado

En junio de 2024, Suni Williams y Butch Wilmore, dos astronautas experimentados de la NASA, debían realizar una misión corta a bordo de la nave espacial Boeing Starliner para la Estación Espacial Internacional (EEI). Sin embargo, un mal funcionamiento técnico hizo que su misión, originalmente programada para durar solo ocho días, se extendiera a nueve meses. Durante este tiempo, estos astronautas se enfrentaron a los efectos adversos de la ingravidez y la microgravedad en su cuerpo, un fenómeno que aún resulta enigmático para los científicos.

El cuerpo humano está diseñado para vivir bajo la constante fuerza de la gravedad terrestre, y al estar en el espacio, el organismo se ve privado de esta influencia natural. Aunque los astronautas se entrenan y preparan para estos viajes, es inevitable que su salud se vea alterada por la ausencia de la gravedad terrestre.

Los efectos del espacio en los músculos y huesos

Uno de los efectos más evidentes de estar en el espacio es la pérdida de masa muscular y ósea. La microgravedad provoca que los músculos y huesos, que en la Tierra están sujetos a la gravedad y, por lo tanto, a un esfuerzo constante, empiecen a atrofiarse. En el espacio, los músculos no necesitan trabajar tanto para mantener la postura, lo que lleva a una rápida pérdida de masa muscular. Después de solo dos semanas en órbita, la masa muscular puede disminuir hasta un 20%, y en misiones más largas, como la de Rubio que estuvo 371 días en la EEI, este porcentaje puede alcanzar el 30%.

Además, los astronautas experimentan una pérdida significativa de masa ósea. Los huesos, que en la Tierra se ven sometidos a la fuerza de la gravedad, pierden minerales importantes en el espacio. Esta desmineralización ósea puede llegar a un 2% por mes, lo que eleva el riesgo de fracturas. Los astronautas deben realizar ejercicios físicos intensos durante dos horas y media al día para mitigar estos efectos, pero la pérdida de masa ósea sigue siendo un desafío significativo.

El impacto en la columna vertebral

En microgravedad, los astronautas experimentan una ligera elongación de la columna vertebral. Esto se debe a que la falta de presión gravitacional permite que los discos vertebrales se expandan. Como resultado, los astronautas pueden aumentar hasta dos centímetros en altura durante su misión espacial. Sin embargo, cuando regresan a la Tierra, este alargamiento de la columna puede provocar dolores de espalda y problemas de hernias discales debido a la diferencia de presión entre el espacio y la gravedad terrestre.

Frank Rubio, por ejemplo, comentó durante su regreso a la Tierra que su columna vertebral se había alargado, lo que le permitió evitar una lesión común que los astronautas suelen experimentar al aterrizar: el dolor en el cuello.

La pérdida de peso en órbita

Aunque el peso en el espacio no es un problema directo debido a la microgravedad, mantener una masa corporal saludable es complicado. Los astronautas suelen perder entre el 5% y el 10% de su peso corporal durante misiones prolongadas. En el caso de Scott Kelly, quien pasó 340 días a bordo de la EEI, perdió un 7% de su masa corporal. Para evitar esta pérdida de peso, los astronautas consumen una dieta rica en proteínas y minerales, además de realizar ejercicios de resistencia para mantener su fuerza muscular.

La vista: un cambio estructural

Uno de los efectos menos conocidos pero significativos del vuelo espacial es el impacto en la vista. En la Tierra, la gravedad ayuda a que la sangre circule hacia abajo, pero en el espacio, la sangre tiende a acumularse en la cabeza debido a la falta de gravedad. Esto puede causar cambios en la forma de los ojos, lo que provoca una disminución de la agudeza visual. Además, la exposición a los rayos cósmicos y las partículas solares puede dañar la retina y los nervios ópticos, lo que resulta en destellos de luz que los astronautas a menudo reportan.

Algunos astronautas experimentan una disminución de la visión a medida que pasan más tiempo en el espacio, y aunque algunos de estos cambios se revierten tras su regreso a la Tierra, otros pueden ser permanentes.

Reorganización neuronal y efectos cognitivos

Los efectos del espacio no se limitan solo al cuerpo físico; también afectan al cerebro y al sistema nervioso. Los astronautas deben adaptarse a un entorno sin gravedad, lo que altera su sentido del equilibrio y la orientación. Un estudio sobre el astronauta Scott Kelly reveló que, aunque su rendimiento cognitivo se mantuvo estable durante su misión de larga duración, experimentó una disminución en la velocidad y precisión de sus respuestas cognitivas durante los primeros seis meses después de regresar a la Tierra.

Este cambio en la función cerebral está relacionado con la adaptación del cerebro a la gravedad terrestre. Investigaciones adicionales han mostrado que los cambios en la conectividad neuronal pueden afectar las capacidades motoras y la percepción del movimiento, lo que implica que el cerebro de los astronautas debe reajustarse después de regresar a un entorno gravitacional.

Microbiota intestinal: un cambio en la flora intestinal

El espacio también afecta la microbiota intestinal de los astronautas. La exposición a la radiación, el uso de agua reciclada y la alteración de la dieta pueden alterar las bacterias y hongos que viven en el intestino humano. En el caso de Scott Kelly, los investigadores observaron que su microbiota se modificó significativamente durante su estancia en la EEI. Este cambio puede tener efectos en la digestión, la inflamación y, posiblemente, en la salud mental, ya que el intestino está vinculado con el cerebro a través del eje intestino-cerebro.

Efectos en la piel y los genes

El impacto en la piel también es notable. Los astronautas suelen experimentar mayor sensibilidad en la piel y algunas erupciones cutáneas tras su regreso a la Tierra. Esto puede deberse a la falta de estimulación física y al contacto constante con materiales sintéticos durante la misión.

Además, los estudios han mostrado que los vuelos espaciales pueden alterar el ADN de los astronautas. Los telómeros, que protegen a los genes del daño, se alargan durante el vuelo, pero se acortan rápidamente tras el regreso a la Tierra. Este fenómeno sugiere que los vuelos espaciales pueden tener un impacto en el envejecimiento celular, aunque los efectos a largo plazo de esta alteración aún no se comprenden completamente.

El sistema inmunológico: respuestas distintas según el género

El sistema inmunológico de los astronautas también sufre alteraciones en el espacio. Los estudios han mostrado que los astronautas experimentan disminuciones en el recuento de glóbulos blancos debido a la radiación y al estrés del vuelo espacial. Sin embargo, un estudio reciente ha descubierto que los astronautas masculinos tienden a ser más sensibles a estos efectos que las mujeres. Se ha observado que los hombres tienen mayores alteraciones en la actividad genética relacionada con la inflamación y el sistema inmunológico.

La investigación continúa

Los efectos del espacio en el cuerpo humano son complejos y no completamente comprendidos. Si bien los astronautas como Frank Rubio, Suni Williams y Scott Kelly han demostrado una notable resistencia y capacidad para adaptarse a las condiciones extremas del espacio, aún queda mucho por aprender sobre cómo la vida en el espacio afecta nuestra biología. A medida que la exploración espacial avanza y se planifican misiones más largas, como un viaje a Marte, es crucial continuar investigando cómo proteger la salud de los astronautas y garantizar que los seres humanos puedan soportar la vida en el espacio durante periodos prolongados.


You May Also Like

DOOM: The Dark Ages: Un regreso épico a los orígenes del Slayer

La legendaria saga de videojuegos DOOM, reconocida por revolucionar el género de…

Windows 11 Supera a Windows 10 en Steam

Windows 11 ha logrado superar a Windows 10 en términos de uso…

Rufus de Amazon: El Asistente de Inteligencia Artificial para la Búsqueda de Productos

En los últimos años, el uso de inteligencia artificial (IA) en aplicaciones…

Samsung Anuncia el Lanzamiento de Sus Gafas Inteligentes en Enero, Con una Revelación de Software Programada para Este Mes

Samsung está a punto de hacer historia en el mundo de la…

¡TapeACall se vuelve más caro! Usuarios deberán pagar $79.99 al año por grabación ilimitada de llamadas

Descubre por qué el costo de TapeACall, la popular aplicación para grabar…

Instagram implementa nueva función de avance rápido en Reels: Una innovación en la experiencia de visualización de videos

En un movimiento que subraya la competencia en el dinámico mundo de…

Apple Confirma la Llegada de Visual Intelligence al iPhone 15 Pro en una Próxima Actualización de Software

Apple ha confirmado oficialmente que la función Visual Intelligence, una de las…

Samsung Galaxy Ring podría ser el anillo para dominar un ecosistema

Samsung lanzó tres nuevos relojes inteligentes este año, pero el dispositivo portátil…

CES 2024: Todas las Novedades en Tecnología desde el Piso de la Feria

CES es la Plataforma para las Novedades Tecnológicas del Año Nuevo CES,…

Microsoft Amplía sus Funciones de Inteligencia Artificial en PCs Copilot Plus con Chips Intel y AMD

Microsoft Revoluciona la Experiencia en PCs con Funciones de IA en Dispositivos…