Elon Musk presentó el Tesla Cybercab en un evento lleno de expectativas, pero el camino hacia la autonomía total sigue siendo incierto. A pesar de las promesas ambiciosas de Musk, los desafíos técnicos y regulatorios plantean dudas sobre la viabilidad de este vehículo en el corto plazo.
El evento “We, Robot” de Tesla generó gran expectativa, especialmente con la presentación del Tesla Cybercab, un prototipo futurista que promete revolucionar la movilidad con su capacidad autónoma. Sin embargo, a pesar del espectáculo y las promesas, muchas preguntas importantes quedaron sin respuesta. Elon Musk volvió a prometer un futuro con vehículos totalmente autónomos, pero los expertos y analistas señalan que Tesla enfrenta obstáculos significativos para hacer de esta visión una realidad.
El Tesla Cybercab se presentó como un elegante biplaza con puertas estilo mariposa, diseñado para operar sin conductor y con un precio sorprendentemente bajo, inferior a los 30,000 dólares. Este vehículo futurista se promociona como parte de la flota autónoma de Tesla, capaz de ofrecer servicios de robotaxi sin la intervención humana. Sin embargo, la falta de detalles técnicos específicos y la ausencia de innovaciones clave, como la adopción de tecnología lidar —utilizada por otros fabricantes de vehículos autónomos—, dejó a muchos escépticos.
Desde que Elon Musk anunció en 2016 que la conducción autónoma total estaría lista “en dos años”, el panorama ha cambiado drásticamente. Las tasas de interés han subido, las inversiones en tecnologías de riesgo han disminuido, y los desarrolladores de tecnología autónoma han ajustado sus expectativas ante los complejos desafíos que esta industria presenta.
Uno de los grandes problemas que enfrenta Tesla es la aprobación regulatoria. La empresa necesita permisos de la DMV de California para probar y operar vehículos sin conductor en la vía pública. Además, surgen dudas sobre la responsabilidad legal en caso de accidentes con un vehículo sin conductor, un tema en el que Tesla no ha asumido compromisos claros.
Otro desafío es la asistencia remota para resolver situaciones inesperadas, como un vehículo bloqueado. Mientras que otras compañías ya han desarrollado procedimientos de asistencia, Tesla aún no ha detallado cómo manejaría estas situaciones con el Cybercab, que no tiene volante ni pedales.
También está la cuestión del mantenimiento de la flota. Tesla necesitaría más que robots aspiradores para mantener sus vehículos en condiciones óptimas. Limpiar cámaras, recargar vehículos y realizar reparaciones en tiempo real son solo algunos de los retos que enfrenta.
Finalmente, la detección de emergencias sigue siendo un punto débil en los vehículos autónomos de Tesla. La compañía ha estado bajo investigación por incidentes en los que sus vehículos, en modo Autopilot, chocaron con vehículos de emergencia estacionados.
Elon Musk volvió a prometer que el Tesla Cybercab comenzará a producirse en 2026, con pruebas piloto en Texas y California para 2025. Sin embargo, el evento dejó más dudas que respuestas sobre cómo Tesla planea superar los desafíos regulatorios, tecnológicos y de seguridad.
Mientras algunos fanáticos de Tesla celebran el lanzamiento del Cybercab como un paso hacia el futuro, los analistas advierten que la promesa de Musk de un mundo completamente autónomo sigue estando lejos de convertirse en realidad. La conducción autónoma completa puede estar a la vuelta de la esquina, pero para Tesla, ese giro aún parece estar lleno de obstáculos.