Con el continuo tropiezo de los autos sin conductor, los sistemas parcialmente automatizados, como el Full Self-Driving de Tesla y el Super Cruise de GM, están cobrando más relevancia. Sin embargo, estos sistemas podrían ser igual de problemáticos.
Los desafíos persisten para los autos sin conductor, incluyendo encuentros con obstáculos como ciclistas. Por esta razón, los fabricantes de automóviles están apostando cada vez más por sistemas parcialmente automatizados, confiando en que los usuarios apreciarán la novedad y comodidad de las funciones que dirigen, aceleran y frenan por sí mismos.
A pesar de la insistencia de la industria en la seguridad de estos sistemas, una organización líder en seguridad del consumidor argumenta que hay escasa evidencia para respaldar estas afirmaciones.
El Instituto de Seguros para la Seguridad en Carreteras (IIHS) ha puesto a prueba 14 sistemas parcialmente automatizados y solo uno ha pasado su evaluación.
Antes de profundizar en la clasificación, es crucial definir qué significa “parcialmente automatizado”. Estos sistemas no son autos sin conductor; se espera que los conductores sigan atentos a la carretera y estén preparados para retomar el control del vehículo en caso de emergencia.
Los sistemas parcialmente automatizados utilizan sensores y cámaras para ayudar a los conductores, incluyendo características como el control de crucero adaptativo y el cambio de carril automatizado. Sin embargo, los problemas surgen cuando los conductores confían demasiado en estos sistemas, lo que resulta en tiempos de reacción más lentos y riesgos potenciales.
IIHS ha encontrado que la mayoría de los sistemas evaluados son deficientes en aspectos clave de seguridad, siendo fácilmente engañados y poco efectivos en monitorear la atención del conductor.
A pesar de estos desafíos, IIHS destaca que todas las soluciones pueden mejorarse con actualizaciones de software, lo que brinda una oportunidad para aumentar la seguridad en las carreteras.
En resumen, aunque los sistemas parcialmente automatizados tienen el potencial de mejorar la experiencia de conducción, es fundamental abordar sus limitaciones y mejorar su seguridad para garantizar un futuro más seguro en la carretera.