Apple ha anunciado medidas para permitir a los desarrolladores en el Área Económica Europea acceder a las funciones de pago NFC del iPhone, previamente exclusivas de Apple Pay y Wallet. Estas concesiones buscan abordar una investigación antimonopolio de la Comisión Europea, marcando un hito después de casi cuatro años de indagación.
Los compromisos propuestos, presentados un año y medio después de la acusación formal de la Comisión a Apple por restringir la competencia en el mercado de pagos móviles, buscan poner fin al acceso exclusivo de Apple Pay y Apple Wallet a las funciones de pago NFC del iPhone. Apple permitirá a proveedores externos de billeteras y pagos móviles aprovechar las capacidades NFC, rompiendo con la restricción anterior.
Aunque Apple ya permitía a desarrolladores de terceros acceder a funciones NFC para lectura de etiquetas, la restricción de pagos a su propio software generó controversia. Estos compromisos ofrecen a desarrolladores en el Área Económica Europea la opción de habilitar pagos NFC sin contacto desde dentro de sus aplicaciones iOS, independientemente de Apple Pay y Apple Wallet.
Las propuestas, vigentes por 10 años, podrían conllevar una multa de hasta el 10% de los ingresos anuales globales de Apple en caso de incumplimiento. La Comisión Europea busca comentarios sobre estas medidas, en un paso clave tras la reciente reunión entre la líder antimonopolio, Margrethe Vestager, y el CEO de Apple, Tim Cook, en California.
Este anuncio se suma a las investigaciones en curso de la UE sobre otros servicios de Apple, como Spotify, y las reglas de la App Store que han generado controversia al restringir la publicidad de suscripciones de aplicaciones fuera de la plataforma de Apple. Se espera una decisión final y posibles sanciones este año, según informes de Bloomberg.
La apertura de Apple a proveedores externos marca un cambio significativo en sus políticas, con implicaciones importantes para el mercado de pagos móviles. Los compromisos propuestos, sujetos a la aprobación de la Comisión Europea, podrían alterar la dinámica competitiva y fomentar la innovación en el sector. Estaremos atentos a las futuras actualizaciones y decisiones de la Comisión, que podrían tener un impacto duradero en la industria tecnológica.