La reactivación del Programa de Conectividad Asequible se ve comprometida tras quedarse sin fondos a finales de mayo.
El esfuerzo por reautorizar el Programa de Conectividad Asequible se estanca nuevamente en el Congreso, afectando los subsidios de internet para estadounidenses de bajos ingresos. Los legisladores enfrentan desacuerdos partidistas sobre la financiación del programa, lo que dificulta la aprobación de las medidas necesarias antes de las próximas elecciones.
Demócratas y Republicanos han presentado proyectos de ley para reautorizar las subastas de espectro de la FCC, esenciales para la conectividad inalámbrica. Sin embargo, el proyecto Demócrata, que busca resucitar el programa de subsidios de internet, enfrenta obstáculos en comités clave, mientras que la propuesta Republicana no incluye medidas similares. A pesar de cierto apoyo previo entre Republicanos para extender los subsidios, los esfuerzos no fueron suficientes para evitar la suspensión del programa.
La cancelación de una reunión del Comité de Comercio del Senado, donde se discutiría el Acta de Espectro y Seguridad Nacional de $7 mil millones propuesta por Maria Cantwell (D-WA) para el PCA, refleja el estancamiento legislativo. El proyecto de ley no solo busca financiar el PCA, sino también incentivar la manufactura de chips domésticos y mejorar la seguridad nacional en las telecomunicaciones.
Cantwell criticó a Ted Cruz (R-TX) por obstruir la legislación, señalando que su negativa afecta a millones de estadounidenses dependientes del PCA para necesidades cotidianas como consultas médicas y educación. A pesar de los esfuerzos por alcanzar un consenso, la división partidista sigue siendo un obstáculo significativo.
El contrapropuesta de Cruz y John Thune (R-SD) enfatiza la expansión del espectro medio para 5G, atrayendo el apoyo de grandes actores de la industria de telecomunicaciones. Mientras tanto, grupos tecnológicos como ITI respaldan el enfoque de Cantwell debido a los programas adicionales que financia.
Con las elecciones presidenciales en el horizonte, la perspectiva de acción bipartidista en los próximos meses parece cada vez más incierta.